Ilustre Cofradía de la Santa Cruz del Redentor y de la Purísima Concepción de la Virgen, Su Madre. Vera Cruz

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Todas las imágenes de la página de esta Cofradía han sido cedidas por: Alfonso Barco y Pablo de la Peña

La Ilustre Cofradía de la Santa Cruz del Redentor y de la Purísima Concepción de la Virgen, Su Madre (conocida popularmente como «La Vera Cruz») de Salamanca es una cofradía religiosa fundada el 3 de mayo de 1506 en el convento de San Francisco de la misma ciudad, España. Históricamente, piedra angular de la Semana Santa salmantina.

EMBLEMA: Consiste en una Cruz roja con sudario blanco sobre dos peldaños, rojos también. Asienta todo sobre un pie en el que aparecen las letras A M, Ave María, en alusión a la Virgen, cotitular de la cofradía junto con la Santa Cruz, otra versión, menos probable, es que sean una derivación de la Alfa (A) y Omega (O) griegas. Todo el conjunto destaca sobre fondo azul, color tradicionalmente asociado a la Inmaculada.

HÁBITO: Los cofrades visten túnica de lana blanca con botonadura en azul ceñida con cíngulo del mismo color con siete nudos representando los Dolores de la Virgen, capa de lana azul y capirote de raso azul cielo con el emblema de la cofradía bordado. Se completa el atuendo con guantes blancos y zapatos negros. En la procesión del Domingo de Resurrección sustituyen capirote y capa por esclavina, mientras que en la procesión popular de la Virgen de los Dolores visten atuendo oscuro de calle.

HISTORIA

Tras su fundación en 1506 la cofradía fue creciendo hasta convertirse en una de las instituciones más poderosas de la Salamanca del siglo XVI. Se fusionó en 1525 con la de la Purísima Concepción, de donde procede su titulación actual. Obtuvo varias bulas papales y un interesante privilegio real concedido por Felipe II para que ninguna otra cofradía pudiera sacar procesión de disciplina alguna a la calle. Ejerció este privilegio de forma férrea en los S. XVI y XVII, pero en el S. XVIII no consiguió impedir que la Congregación de Jesús Nazareno procesionase en Salamanca, lo que logró tras varios pleitos de mucha resonancia social, y desfilando siempre bajo supervisión de la Vera Cruz.

Interesante resulta también el acto del «Descendimiento», desenclavo de piezas articuladas a caballo entre la antigua dramaturgia pasional y la creciente escultura procesional a la que instó el Concilio de Trento y que se pone en escena desde 1615, año en que se organizaron por primera vez el Descendimiento y la Procesión del Santo Entierro.

Cristo de la Vera Cruz a su paso por Salamanca                                                                                                       Pao de la Vera Cruz por la Universidad de Salamanca
La cofradía perdió gran parte de su patrimonio en la primera mitad del S. XIX debido a la Guerra de la Independencia (1808 – 1814) y los procesos desamortizadores de los gobiernos liberales. Desde ese momento conserva la capilla y las obras artísticas que han llegado a nuestros días. Conoció una época de esplendor y auge en el último tercio del S. XIX y primero del XX, con acentuada devoción hacia la imagen de la Dolorosa de Felipe del Corral, pero pasada la Guerra Civil se sumió en una profunda crisis económica y de número de hermanos, de la que comenzó a salir lentamente a partir de 1985, transformándose en una cofradía joven y dinámica, que presta atención a su patrimonio y larga historia. Desde 1952 custodian el templo propiedad de la cofradía las Religiosas Esclavas del Santísimo y de la Inmaculada, instituto que tiene por carisma la adoración perpetua de la Eucaristía. A mediados del siglo XX se crearon de forma independiente las cofradías de Jesús Flagelado (1948) y de la Oración en el Huerto (1952) con germen en la Cofradía de la Vera Cruz.

En 2000 fue erigida como asociación pública de fieles, adecuando su estatus jurídico al Código de Derecho Canónico inspirado en el Concilio Vaticano II. En 2006 la cofradía celebró su V centenario. Destacaron como actividades culturales la exposición «Lignum Crucis», que mostró las mejores piezas del patrimonio documental y artístico de la cofradía, y el congreso «La Cruz, manifestación de un misterio», organizado conjuntamente con la Universidad Pontificia de Salamanca. El 23 de diciembre de ese mismo año, el Ayuntamiento de Salamanca le concedió la Medalla de Oro de la ciudad. Desde 2001 publica anualmente la revista Lignum Crucis.

IMÁGENES TITULARES

La Flagelación del Salvador, o Los Azotes (vulgo: Culo Colorao)

Grupo escultórico de cuatro figuras debido a Alejandro Carnicero en torno a 1724. Representa a Cristo atado a una columna baja siendo azotado por dos sayones, uno de los cuales le tira del pelo, mientras un soldado romano sujeta la soga que amarra a Cristo a la columna.

Los Azotes titulares

En la Biblioteca Nacional se conserva un dibujo preparatorio del paso firmado por el escultor y el donante del paso, Manuel Francisco de Parada, mayordomo de la cofradía en 1724. El resultado final del paso presenta pocas diferencias con el dibujo preparatorio, siendo la principal la disposición del soldado que en el dibujo observa la escena sosteniendo una lanza y una antorcha detrás de Jesús, mientras que en la escultura pasa a estar delante tirando de la cuerda que lo sujeta a la columna. Los grotescos sayones han recibido sobrenombres populares desde la antigüedad. En 1863 ya se conocía a uno de ellos como el catalán por el gorro que lleva. El más popular es el que propicia el tirón de pelo a Cristo, que vestido con calzón rojo da el nombre de “Culo Colorao” no sólo al sayón, sino a todo el paso. La figura del romano presenta similitudes con algunos medallones de la Plaza Mayor de Salamanca, tallados también por Carnicero. El paso fue sometido a una intensa restauración entre 1997 y 1998.

Desfila en la Procesión del Santo Entierro el Viernes Santo. Tras haber sido portado en tableros con horquillas hasta los años 40 del S. XX, pasó a salir a ruedas hasta 2007 cuando volvió a ser portado a hombros sobre sencillas andas con carga interior.

Ecce Homo, o La Caña (vulgo: Boca Ratonera)

Grupo de cuatro figuras atribuido a Alejandro Carnicero. Representa a Cristo flagelado y coronado de espinas, con la caña por cetro y vistiendo un manto púrpura flanqueado por dos sayones mientras Pilato lo presenta al pueblo.

La Caña

La realización del paso se ha fechado en torno a 1740. Destaca la fuerza expresiva de las tallas, si bien la composición es menos movida que la de los Azotes. Pilato aparece vestido a la manera oriental, cubierto con un turbante. El sayón que se sitúa a la derecha de Cristo, da al paso el popular sobrenombre de “Boca Ratonera” al presentar una boca deforme y desdentada. Debido a su mal estado dejó de procesionar en 1997, no volviendo a la Semana Santa hasta que se restauró, en 2006, desfilando ese año a hombros en unas andas prestadas por la Seráfica Hermandad.

Desfila en la tarde del Viernes Santo sobre andas talladas en madera de carga interior llevadas por turno de carga femenino desde 1985, siendo el primer paso portado en España íntegramente por mujeres, junto con el de la Coronación de espinas que la Hermandad del Cristo del Amor y de la Paz sacó ese mismo año en el Santo Entierro.

La Caída

Paso de cinco imágenes presentando a Cristo caído con la cruz ayudado por Simón de Cirene, la Verónica arrodillada que acaba de secarle el rostro, un sayón tirando de la soga que lleva Cristo al cuello y un soldado con lanza en ademán de amenazar a Cristo para que se levante. El grupo actual es obra de Francisco González Macías en 1947.

La Caída

La primera referencia escrita a este paso data de 1679, indicando que constaba de las imágenes de Cristo, el Cirineo, la Verónica y un sayón. Hay constancia de una restauración llevada a cabo por Pedro Micó en 1864, con la inclusión de una figura nueva, que correspondería a la del soldado romano. Más que de una restauración se trataría de una reforma del paso. Un año después, en 1865, el paso es nuevamente reformado por Basilio Girolani y Leopoldo Rovelo. Se vuelve a reformar el paso por completo en 1913, está vez a cargo de Anacleto Segura. En 1947 Francisco González Macías realiza la última reforma del grupo escultórico, recomponiéndolo dejando del anterior las manos del Cristo, la cara y manos de la Verónica e igual con las imágenes de los judíos. Nada se dice de la imagen del soldado romano, que comparándolo con las fotografías que se conservan de 1898 y 1945 no parece haber sufrido alteración en su composición, dando a entender que es obra de Basilio Girolani en 1865 o de Pedro Micó en 1864. La imagen de Cristo es talla vestidera. La Verónica, el sayón y el cirineo presentan en sus ropajes los pesados pliegues característicos de las obras de González Macías.

Procesiona en el Santo Entierro el Viernes Santo sobre carroza de ruedas estrenada en 2008. Ese mismo año se inició un proceso de restauración, llegando a desfilar restauradas en 2009 las tallas de Cristo y el Cirineo, restaurándose las tres imágenes restantes en 2011. Todo el proceso ha sido llevado a cabo por la restauradora Isabel Pantaleón.

Stmo. Cristo de los Doctrinos

Crucificado anónimo de finales del s. XVII o principios del s. XVIII, atribuido al círculo de Bernardo Pérez de Robles. Representa a Cristo muerto sujeto a la cruz por tres clavos, con la cabeza ladeada hacia el lado derecho, los brazos en posición horizontal y el cuerpo libre de tensión. El paño de pureza aparece enrollado y se cruza en aspa en la parte delantera, dejando al descubierto las caderas.

Cristo Doctrinos

La titulación de Cristo de los Doctrinos se debe a que la imagen procede del Colegio de Niños de la Doctrina, pasando a la Cofradía de la Vera Cruz a partir de 1779, año en que se suprimió dicho Colegio.

Hay constancia de la restauración de la imagen en tres ocasiones, la primera en 1864 a cargo de Pedro Micó, posteriormente por Gerardo Sánchez Cruz en 1985, para reincorporar la imagen a la Procesión del Santo Entierro y comenzar a desfilar también el Lunes Santo y finalmente en 1995 por Graciliano Montero. En septiembre de 2008 se sustituyó la cartela de INRI, añadiendo la titulación completa en latín, griego y hebreo.

Desfila el Lunes Santo en un paso sobriamente adornado con cardos, mostrándose a los pies de la cruz la calavera de Adán. Tras muchos años desfilando sobre un paso de forja metálica, que anteriormente perteneció a la Cofradía del Cristo Yacente de la Misericordia, en 2010 estrenó carroza tallada por el escultor Ángel Martín, que donó a la cofradía.
El Viernes Santo forma parte del paso del Calvario.

Ntra. Sra. de la Amargura

Imagen de vestir del s. XVII. Se realizó para el Acto del Descendimiento a partir de 1625, atribuyéndose a Pedro Hernández y Antonio Díez. La imagen representa a María con la mirada baja y las manos entrecruzadas. Antiguamente era venerada en la cofradía bajo la advocación de Virgen de la Soledad.

Virgen de la Amargura

Desde 1991 participa en la estación de penitencia que realiza la cofradía el Lunes Santo. La Virgen viste luto riguroso sin bordar y sencilla aureola metálica. Es portada por turno de carga femenino sobre andas con carga exterior estrenadas en 2010, alumbrada por dos candelabros antiguos propiedad de la cofradía.

Desfila también el Viernes Santo formando parte del paso de «El Calvario» en la Procesión del Santo Entierro, vistiendo en esta ocasión saya y mantos negros bordados en oro y luciendo puñal de dolor en el pecho.

El Calvario

Paso que toma parte en la Procesión del Santo Entierro, representando al Cristo muerto en la Cruz acompañado por la Virgen, San Juan y María Magdalena.

El Calvario

La imagen de Cristo es la ya comentada del Cristo de los Doctrinos. La imagen mariana es la también mencionada de la Virgen de la Amargura, que en esta ocasión viste manto y saya bordados en oro con embocadura rematada en pasamanería y cristal y lleva puñal de dolor de plata en el pecho. Las imágenes de San Juan y la Magdalena proceden también del antiguo grupo del Descendimiento, siendo obras de vestir atribuidas también a Pedro Hernández y Antonio Díez. San Juan viste túnica verde y mantolín granate bordado en oro y la Magdalena túnica crema y capa azul oscuro, destacando su cabellera natural.

Desfila sobre carroza de ruedas la tarde del Viernes Santo en la Procesión del Santo Entierro.

Grupo del Descendimiento

El grupo escultórico empleado para la celebración del Acto del Descendimiento data de 1615, primer año en que se celebró. Está compuesto por las imágenes de Cristo y los dos ladrones, la Virgen y San Juan.

Cristo Nuestro Bien

La imagen de Cristo Nuestro Bien, es obra del escultor Pedro Hernández en 1615. Destaca la sencillez de sus formas. El paño de pureza es amplio y presenta sencillos pliegues. Representa a Cristo muerto en la cruz con los ojos y la boca entreabiertos. Los dos ladrones son obra de Antonio de Paz en el mismo año, remarcando en sus rostros la dulzura de Dimas y la maldad de Gestas, el mal ladrón. Sus paños de pureza están policromados y son más bastos que el de Cristo. Las tres imágenes presentan los brazos articulados. Se restauraron en 2006 coincidiendo con la celebración del V centenario de la cofradía.

Las imágenes de la Virgen María y San Juan Apóstol son de autor anónimo, si bien se han atribuido al citado Pedro Hernández, siendo las ya comentadas en el paso del Calvario.
El Acto del Descendimiento se celebra el Viernes Santo a mediodía en el Campo de San Francisco, junto a la Capilla de la Vera Cruz.

Virgen de los Dolores

Obra del escultor valenciano Felipe del Corral anterior a 1718, año en que se reforma la Capilla de Insignias de la Ermita de la Vera Cruz para albergar la imagen, que había sido tallada en Madrid. Se inspira en la Virgen de las Angustias de Juan de Juni, de la que el autor debió tener conocimiento bien mediante un viaje a Valladolid o bien a través de un grabado de Juan de Roelas. Representa a la María vencida a los pies de la cruz, buscando consuelo en el cielo con su mirada y llevándose la mano derecha al pecho en el que están clavadas siete espadas en alusión a los Dolores de la Virgen. Sigue el modelo de la obra citada de Juan de Juni, pero dándole un toque más delicado y femenino, acorde con la estética del barroco dieciochesco.

Virgen de los Dolores titulares

Según la leyenda la imagen se llevó a Salamanca en procesión desde Madrid, haciendo parada en cada pueblo del camino para esperar a que la capilla que se le estaba preparando estuviese concluida. Se tiene conocimiento de que, por orden de un Obispo de la ciudad, se cortó una pierna de la Dolorosa que mostraba el pie descalzo, por considerarse impúdico para una imagen mariana. De hecho la talla presenta diferencias de textura y policromía en las partes de la túnica que cubren los dos pies.

Fue restaurada en el año 2000, estudiándose entonces la conveniencia de eliminar las espadas del pecho de la imagen, decantándose por su permanencia. Así el Viernes Santo de 2000 la imagen desfiló sin las tradicionales espadas, que fueron colocadas posteriormente con un nuevo anclaje que cambió su disposición tradicional con el asesoramiento y proyecto de colocación del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial, tras la pertinente aprobación de la Comisión Provincial de Patrimonio de Salamanca.

Históricamente es una de las imágenes de mayor devoción en Salamanca. En la actualidad sigue celebrándose la novena en su honor que finaliza el Viernes de Dolores con la procesión de la imagen rezándose el Via Matris, además de tomar parte, el Viernes Santo, en la Procesión del Santo Entierro.

La imagen desfila sobre una carroza tallada en madera con angelotes y cartelas con el emblema de la Dolorosa y atributos de la Pasión, alumbrada por candelabros de guardabrisa en plata, donación de Gonzala Santana, camarera de la Virgen, en 1926.

Santo Sepulcro

Es una obra anónima donada a la cofradía en 1678 por Lorenzo García y Josefa de Aragón, como reza una inscripción en su interior.

Consiste en una urna de base trapezoidal, realizada en madera de ébano y carey con ventanas de cristal que permiten ver su interior. Separando las ventanas hay columnillas sobre ménsulas con basa y capitel de plata. El conjunto está decorado con florones y festones de plata. Antonio Casaseca plantea la hipótesis de que su procedencia sea iberoamericana, basándose en los materiales empleados. Fue restaurado en 2006.

Santo Sepulcro titulares

Es empleado para custodiar la imagen de Cristo Nuestro Bien, una vez desclavada de la cruz en el Acto del Descendimiento la mañana del Viernes Santo. Esa misma tarde constituye el paso principal de la Procesión del Santo Entierro, cubriéndose Cristo con ropa de cama, destacando la colcha terciopelo negro bordada en oro con atributos de la Pasión. Cierra el desfile seguido de un palio de respeto negro, que es portado por los Legionarios de Cristo.

El Domingo de Resurrección desfila vacío y con la tapa abierta. Antiguamente figuraban en el paso este día las imágenes de las tres Marías y el ángel que les muestra el Sepulcro vacío. La imagen del ángel se ha perdido y las de las Santas Mujeres se encuentran a la espera de restauración para poderse recuperar para el desfile.

Lignum Crucis

Se trata de una cruz de plata bruñida con armazón de madera realizada en 1675. El armazón de madera y ocho ángeles de la base son obra de Cristóbal de Honorato, la labor de orfebrería corresponde al platero Pedro Benítez y la policromía y dorado de la obra se ejecutó por Pedro Nieto.

Lignum Crucis

La cruz se alza sobre una base lobulada de la que emerge una pirámide cóncava con cuatro arbotantes mixtilíneos. En la intersección de los brazos de la cruz se colocó un relicario de cristal en el que se expone la reliquia de la cruz, Lignum Crucis, donada en 1724 por fray Juan de San Antonio, del convento del Calvario.

La obra fue sometida a una completa restauración en 2008.
Desfila a hombros en la procesión del Domingo de Resurrección sobre andas doradas, figurando en las esquinas cuatro angelitos que portan atributos de la Pasión. Completan el conjunto una Inmaculada en el frontal y un San Francisco de Asís en la trasera.

Virgen de la Alegría

Imagen anónima que por su fisonomía parece ser del s. XVIII. Antiguamente conocida en la cofradía como Virgen de la Salud.
Es una imagen de vestir de dulce rostro. Anteriormente llevaba en sus manos un librillo, hoy perdido y sustituido por un ramo de flores. En su ajuar destacan la corona y el rostrillo en plata con incrustaciones de piedras preciosas, restaurados en 2006 con motivo del Vº centenario de la cofradía.

Nuestra Señora de la Alegría
Desfila el Domingo de Resurrección cubierta por un manto negro del que es despojada en el momento del encuentro con el Resucitado, dejando ver entonces saya y manto blanco. Es portada a hombros por las hermanas de carga de la cofradía en andas de carga exterior estrenadas en 2010.

Jesús Resucitado

Imagen del s. XVIII, atribuida a Alejandro Carnicero y fechable entre 1724 y 1739. La atribución a Carnicero se basa en la constancia de que la imagen fue donada por Manuel Francisco de Parada, al igual que el paso de Los Azotes, con el que comparte características técnicas.

Jesús Resucitado
Representa a Cristo triunfante sobre la muerte, de delicada y alegre anatomía, bendiciendo con la mano derecha y llevando en la izquierda un estandarte con el Cordero Místico bordado. Antiguamente vistió la imagen capa encarnada, si bien ahora procesiona desnudo, cubierto sólo por el paño de pureza. Lleva al pecho una cruz pectoral de piedras preciosas, aunque en 2007 lució la Medalla de Oro de la ciudad otorgada a la cofradía en 2006 con motivo de su quinto centenario. La imagen se restauró en 2009 debido a las grietas que presentaba en los pies que afectaban a su estabilidad.

Cuatro ángeles músicos del mismo autor, restaurados en 2008, acompañan a la imagen principal el Domingo de Resurrección, llevados a hombros por los cofrades de la Vera Cruz. Tras el paso desfila un palio de respeto blanco portado por congregantes de los Legionarios de Cristo.

Jesús con la Cruz a cuestas (vulgo: Nazareno Chico)

Imagen de vestir representando a Cristo portando la Cruz, bajo la túnica la imagen es de talla completa.

Se desconoce el autor de la imagen y fecha de ejecución. Se cree que pudo realizarse a principios del s. XVIII. La similitud del rostro de la imagen con el del Cristo de la Caña, y la constancia documental de que Alejandro Carnicero realizó “otros pasos” para la cofradía, sin especificar cuáles son, hacen que pueda pensarse que la talla es obra de dicho escultor. Viste túnica sin ceñir a la cintura, confeccionada en terciopelo morado y bordada en oro por las Madres Esclavas del Santísimo Sacramento en 1998. La imagen fue restaurada en 2005.

Jesús con la Cruz a cuestas

Desfila en la tarde del Viernes Santo sobre andas talladas en madera de carga interior llevadas por turno de carga femenino desde 1985, siendo el primer paso portado en España íntegramente por mujeres, junto con el de la Coronación de espinas que la Hermandad del Cristo del Amor y de la Paz sacó ese mismo año en el Santo Entierro.

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